lunes, enero 19

Sherezada

A ella; la flor más luminosa de mi jardín...
con mi afecto y amor
Atilano


I

Puede ser la Sherezada de mi vida,
O se ponga una capucha de verdugo
Y deposite esta cabeza en un canasto.
Mi humildad no tiene limites
Y acepto esa caricia,
Pues me satisface si viene de usted.
Si me embruja en mil cuentos,
En mil noches,
Y transporta esta alma a los brazos de su amor,
Ira con la misma humildad,
Satisfecho de su voz, sus palabras,
Sus miradas y sonrisas,
Y solo pretendere hacerle feliz.
Si en el camino se ensueña,
Y sus cuentos son de nuevas maravillas,
Agradecido estaré de ellos,
Pues serán nuestros amigos en la noche
Y nuestros nuevos hijos de esta vida.


II

Sherezada le llame una noche
Y le llamare mil noches más,
Volverá cuando usted quiera,
Sabe que estoy esperándole,
Y si le pienso,
Solo será en silencio,
Como usted me piensa a mí,
Y me atrapa en una palabra
Que declama por mi recuerdo
Y eso me ennoblece por ser tan parte de usted,
Por estar cuando la poesía le habla en voz alta,
Cuando se caen en versos en un papel
Y lo muestra por media humanidad,
Que le responden que escribe con belleza,
Con esa belleza que da la virtud del amor
Y de la bella añoranza,...

Si hoy le escribo,
Es porque esta noche
De canto de estrellas
A brillado usted en la constelación de mi vida,...


III

Sherezada,...

¿Me regala un cuento?

Porque no vamos al jardín,
Nos sentamos en la fuente,
Me sirve un café
Y agrada mi tarde con un relato de libélulas
Que vuelen sobre un cielo violeta claro.
Porque no habla como ama,
Me dices que espera del amor,
Que espera de mí,
Cada vez que me acerco a usted,...

Cuénteme su exótica fantasía,
O haga realidad la mía,
Primero usted y luego yo,
Preferencia Dama,
Me instruyeron de niño
Ahora de adulto
Es una máxima,...

Venga Sherezada,
Cuénteme de sus flores que cultiva,
Cuénteme de los colores que mezcla,
Cuénteme de estrellas cromáticas,
Usted es muy sabia en ello,
No sea tímida,
Tal vez yo podría matizarme con sus conocimientos,
Tal vez me muestre el camuflaje para esconder algún sueño,
Usted es rápida de oraciones,
No demore sus palabras.
Su voz,
Es música para estos oídos,
Venga, dígame más.
Si solo le parece,
Recuéstese en este pecho,
Cierre sus ojos y sueñe con el ritmo de mi corazón,
Yo velare por ellos,
Aunque pienso que usted es mas fuerte que yo,
Solo soy una pasión que le abraza,
Un recado para ser feliz
O simplemente un poeta
Que aun no tiene una alfombra para volar.
Solo espero que cuando la tenga solo vuele con usted
Y en los cielos,
Entre un manto de un sin fin de estrellas,
Poder escuchar en silencio
Como me ama en su paz,...


IV

Que puedo decirle,
Intenso y bello sueño, el suyo Sherezada,
¿Dónde estaba, que me había perdido tanta lujuria?,...

Su amado Rey, es un prolijo y quimera de hombre,
Tanto detalle en él,
Para obsequiarle placer,...

Usted, me parece, tiene un cálido cuerpo
Y mucha suerte también,
Sabe, además lo muestra, maravillosamente,
Por favor
Continúe
Amada Sherezada.
Le obsequio algo
Que excelse más su belleza,...

,...

“Esta roca nativa,
vertida en colores de sol,
forjado es, como bellos brazaletes del dorado,
con forma de rubias espigas del verano,
que entrego a sus muñecas,
con mi sonrisa plena,
por tan bella armonía de su cuerpo,...”

,...

Le tengo una pregunta,
Si él le obsequia tanto éxtasis a usted,
¿Que le obsequia usted para el éxtasis de él?,...

Otro detalle, amada Sherezada,
Insignificante,
Pero no por ello menos importante.
En el concepto de las letras que rondan por este palacio,
Cada cual puede contar sus propios deseos y acciones,
Según las normas de por acá,
Es impropio contar las acciones del otro y menos del Rey,
Salvo que él las quiera contar,...

Pobre Rey, pobre Rey,
Ya se le ventila en publico,
Pobre Rey, pobre Rey,
Un gran Califa debe ser.
Igual usted amada Sherezada,
Seguro la raptaron de California,
Antes de traerla a palacio,...

Sabe amada Sherezada,
Él quería solo saber,
De cuentos de matices y estrellas de colores
Y Sherezada le cuenta sus sueños de sensual erotismo en el prado del jardín,
Y el Rey como un eximio amante,
Entregado al consumo de los sabores de Sherezada,
Desnuda,
Térmica, marital,
Dotada de las frescuras de las flores tropicales,
Del dulzor del panal para el más zángano poeta,
Que aviva la cítara,
Mientras Sherezada y el Rey copulan entre sedas en la glorieta
Y entre ambos,
El Rey y el poeta,
Se confunden en un solo ser,
Que navegan despacio,
Y sin apuro
En el mar de Sherezada,
Mientras ella piensa en la combinación de colores
Para instruir al Rey en el orden de las flores de la nueva primavera.
En la combinación de los versos,
Para instruir al poeta en la fantasía de un nuevo poemario ;
Que tiene tanto de sal,
Como toda la de los océanos juntos,
Que tiene tanto de calor,
Como la lava que fluye del Mauna loa,
Que tiene tanto de pasión,
Como la entrega de miles de profetas en las causas de sus vidas,
Que tiene tanto de sublime,
Como las inclinaciones de Sherezada ante su Rey,...


V

Amada Sherezada,
Descanse en mi regazo,
Deja que fluya la realidad de tus sueños,
Que explote para ti la pasión del deseo,
Soy tu esclavo también,
Esclavo de sus caricias, sus sueños, sus consejos,
Ahora mientras descansamos,
Hablemos de este reino, de este jardín que he construido para ti,...

Lo que has visto ahora,
es solo una hebra de una cuerda de la citara del poeta,
es solo una hebra de la alfombra en que descansamos,
Este jardín es bello y gigante,
Usted donde esta ahora,
Donde le he traído, es un lugar en que nacen las aguas,
Y de aquí, estrepitosas cascadas fluyen hacia los valles de mi reino,
Ve esa luz blanca que brilla ahí,
De ahí viene la fuerza del que me domina,
Pues si soy esclavo de usted,
Igual lo soy de él,
Pero como no lo he visto,
Solo escuche las palabras de su regalo,
Imagino que debe ser mujer,
Como usted,
Pues la vida me la dio una mujer,
Claro es, que mi padre ayudo igual,
Seria egoísta no reconocer su mérito,...

Sabe amada Sherezada,
Esa vida, me la obsequia hoy usted,...

Pero, observe el puente que crea para nosotros con su luz,
Un día lo transitaremos de la mano,
Cuando él o ella,
Nos acerque su escalera.
Ahora disfrutemos del canto de las aguas, esta brisa y esta luz,
Que han nacido para nosotros amada Sherezada,
Disfrutemos del jardín,
De este jardín que he construido para usted,
Venga, deme la mano, levantémonos de aquí y escondámonos en ese bosquecillo,
Ya sale la luna,
Y con sus rayos de plata sera cómplice de un nuevo acto de nuestro amor,...

En el sendero, mientras caminemos,
Le hablare de este reino,
Que ya no tiene fronteras,
Tampoco enemigos,
No tiene guardias, ni torres de cráneos en sus accesos,
Ya eso no es necesario,
Por lo anterior, no tiene limites,
Tampoco tiene silos de misiles con ojivas nucleares,
Eso ya,
Ha desaparecido,
El miedo no existe en mis súbditos,
La esperanza tampoco, menos la fe y verdades obsolutas,
Claro que ya,
Mis súbditos no tienen carencias,
Menos apegos y solo cual necesita de sí mismo,
Salvo yo y usted que carecemos de nosotros cuando no estamos juntos.
No existe la violencia, ni la homofobia ni la necesidad de supremacía,
Nadie desea doblegar a nadie,
Solo retribuirse al deseo del uno en el otro,
Y cuando dos están de acuerdo,
Todo puede ser,
Solo es vivir felices y disfrutar del sol y del aire,
Los alimentos son obsequios de la Tierra,
Y cada cual cultiva los suyos,
Los guerreros son ahora hermanos de la paz
Y las armas se las he dado a otros reyes, que le ponen precio a sus sueños,
Amada Sherezada.
Me ofrecen querer hablarle,
Querer conocerle,
Querer disfrutar de su miel, de su sabor,
Ese que nos obsequiamos mutuamente,
Pero,
Si accedo, me moriré de tristeza,
Usted es favorita del rey
Y todo este jardín se derrumbaría,
Pero si en ellos calma su envidia de los placeres que me ofrece,
Por su paz interior, deberé ceder,
Tal vez debería haber aprendido del reino esquimal,
El celo no existe,
Solo quieren la felicidad y satisfacer al forastero,
Para que se abrigue de intensos fríos, que aniquilarían este jardín,
Nacido de las aguas y calores del trópico,
Pero como le digo yo soy su esclavo amada Sherezada,
Y también su rey,
Pero no su tirano, ni su verdugo,...

Si usted quiere un día mi cabeza,
Sabe bien que es suya,
Pero tenga presente,
Que solo esta en este jardín,...

Venga, ya llegamos,
Tiéndase para mí,
Le quiero observar desnuda,
Quiero viajar en el océano que me muestra,
Le doy a elegir,...

¿En que quiere que me trasforme?,...

Mientras piensa y espero que me diga,
Llenare mis pulmones del aroma de esas flores de rizos color rubí,...


VI

Amada Sherezada:
Esta golosa de que me trasforme para usted,
Antes, algo antes,
Le quiero contar una historia,
Luego lo pensara y me dirá
Si realmente quiere ese animal;

“Un león de muy avanzada edad,
Resolvió que era hora de morir,
Entonces se interno en lo profundo de una cueva,...

Ahí se estableció a esperar la muerte que viniera por él
Y estaba con sus ojos mirando hacia la luz de la entrada
Para estar atento cuando ella pasase el umbral,
En un momento en que se distrajo,
Cambio su mirada hacia una esquina de la caverna,
Prestando atencion, en dos luces redondas que brillaban como cristales,
En un momento desaparecían y luego volvían a estar ahí,
Estuvo un poco intrigado por esa intermitencia de luces,
Y se le escapo un gruñido,
Que sonó a como:
_¿Quién esta ahí?
Y las luces sé prendían y apagaban,
Nuevamente gruño y se escucho como si dijese
_¿Eres tú la muerte?
Y nadie respondió,
Y las luces se prendían y apagaban,
Entonces el león,
Al no escuchar respuesta,
Se irrito y enojo en demasía,
Y gruño y gruño amenazante a las luces que intermitían,...

Al no escuchar respuesta de ellas, su rabia se calmo,
Entonces reflexiono para sí,

¿Serán las luces un anticipo de la muerte?
Si es así,
Le hablare de mí,
Y así medito y medito,
Y en un momento abrió su gran fauce de dientes corroídos,
Emitió un gutural gruñido,
Que se escucho como a:
_Oigan luces que están ahí,
Les hablare de mí,
Por favor escuchen,...

_Soy un viejo león, (acoto el viejo león, amada Sherezada)
Y espero la muerte en este lugar
Y no estaré tranquilo, ni le esperare en paz si no les cuento esta historia,
Ya que me hacen compañía, su brillo y luz serán los oídos a esta confesión,
De toda cosa que he debido hacer por mi naturaleza de león.
No estaba muy desarrollado cuando un día mi madre me dijo asustada,
_Anda, corre, debes huir, vienen los leones por mi sexo y si te ven te comerán,
Más que rápido abandone el cubil y el lecho de mama y me interne velozmente por la sabana,
Huyendo con tres primos más,
Atrás quedaron los seres que más amaba,...

Ahí, con la libertad misma,
Empece a sobrevivir,
Mate y devore cuanta gacela tuve frente a mí,
Además de cebras y jirafas,
Una vez matamos todos juntos hasta un adolescente elefante,
Tremendo banquete de sangre y carne que nos dimos,
Y así,
En esa libertad me hice fuerte,
Creció mi pequeña melena y les ganaba en la lucha a todos mis primos,
Un día sentí un deseo muy fuerte,
Casi incontrolable,
Nació como un amanecer de primavera,
Luminoso y radiante,
Necesitaba una leona para mí,...

Yo había hecho mi hogar en lo alto de una colina,
Y tendido sobre una roca tenia toda la visión de la sabana
Y había ya descubierto el lugar donde estaban las leonas habitando,
Esa mañana dirigí mis pasos hacia allá,
Un león adulto,
Con una mirada amenazante salió a mi encuentro,
Era mi padre,
Me abalancé sobre él,
Y nos encaramos en fiera lucha,
Le gane,
Le arranque sus testículos de un mordisco
Y los otros jóvenes leones que estaban conmigo lo terminaron de matar,
Paso seguido matamos todos los leocitos menores de mi padre,
Mis hermanos menores,
No dejamos ninguno vivo,
Salvo los que huyeron, que tenían más fuerza,
Paso seguido,
Me fornique cuanta leona tuve delante
Y las preñe a todas,
Al poco tiempo tenia mis propios hijos,
Y mis leonas me cazaban mis venados
Y no probaban bocado hasta después de comer yo,
A así viví unos años muy felices,
Varios años en realidad,...

Una tarde sentí un gran alboroto,
Andaban unos seres que caminaban en dos pies,
Me rodearon entre muchos
Y me tiraban redes que me asfixiaban e impedían mis movimientos,
Mis bellas garras poco hacían
Y mis gruñidos ni siquiera los asustaban,
Así que en un momento me desmayé
Y despierto en una jaula a bordo de un barco,
En la cual me habían tirado carne de hipopótamo,
La que de ese momento fue mi comida.
Una mañana de sol,
El barco se detuvo,
Y toda la gente de abordo se alboroto,
Movían cosas de aquí para ya, de allá para acá,
Y en un momento le toco a la jaula en que estaba,
Y me empezaron a bajar del barco entre varios.
A mi paso muchas personas se aglutinaban
Y decían entre ellos lo hermoso y fuerte que era,
Me levaron a un lugar oscuro,
Y ahí me tuvieron muchos días,
En los cuales junte mucho odio frente a esos seres de dos pies que me habían capturado,
Tomado prisionero y separado de mi familia,
Además del hambre que sentía, ustedes, luces brillantes ni imaginarían,...

En un momento se abrieron unas compuertas,
Y se mostró un túnel que llevaba a una claridad,
Así que muy rápido me dirigí para ya,
Al salir me encuentro en un espacio circular y muchas gentes vitoreando,
Bravo, hurra, a comer, ahí tienes sangre,...
En el centro un grupo de estos seres bípedos,
Amontonados e implorando cosas que no entendía,
Yo con mi odio y mi hambre me abalance sobre ellos,
Y me devore una docena que eran todos los que estaban,
Desgarre, sofoque y me alimente a destajo y muchos otros bípedos celebrándome,...

Así estuve casi más de un año,
Y cada siete días tenía la entrada a ese espacio circular,
Para mí era la hora de comer,
Ustedes luces que brillan,
Pueden sacar la cuenta cuantos bípedos maté y devoré.
Tanta fue mi fama,
Que un día el propio dueño de todo eso,
Que le llamaban emperador,
Me invito a sus propios salones.
Claro eso sí,
Que llevado por una gran cadena,
Ese día debía de comer algunos niños
Y era su espectáculo privado para pasar su aburrimiento,
Decían de él,
Que casi era igual que mí,
Ya que se decía que había matado a su propio padre,
Era todo un león,...

En un momento en esa corte todo se altero
Debiendo huir precipitadamente hacia los cerros para salvar mi pellejo,
Ascendiendo por la colina,
Veo una aureola de luz,
La cual intento saltar,
Y al hacerlo soy transportado ha otro espacio y lugar,
Pues cuando afirmo mis pies en el suelo,
Estaban sobre una pradera verde,
Y un lugar de mucha tranquilidad y armonía,
Muchas gacelas, una fuente de agua que pasaba calma y limpia
Y en ese lugar me quede,
Observo a un grupo de leonas,
Al distinguirlas eran mi familia,
Algo mágicamente me había transportado de vuelta a la sabana,
Y ahí de vivido, luces brillantes, muchos años de paz, libertad y tranquilidad,
Hasta ahora que he decidido entrar a esta caverna para esperar que la muerte me venga a buscar,
Y evitando así una lucha con algún hijo desterrado.
En mi cosa practica,
Mejor una muerte serena,
Pero antes de morir he querido algún perdón,
Por esta mi naturaleza de león
Y las vivencias llenas de sangre y vida que he debido de pasar por ser lo que soy,
Un león,...

En ese momento las luces brillantes,
Amada Sherezada,
Se pusieron titilantes,
Y el león mostró gran sorpresa,
E inquirió nuevamente a las luces,
_¿Ustedes son la muerte?,
Y las luces no respondieron,
Solo titilaban,...

Pasaron unos minutos
Y al león con la sombra se le expandieron las pupilas
Y con ello pudo ver con más claridad el rincón y las luces,
Grande fue su sorpresa cuando pudo identificar que eran los ojos de un gran búho,
Y le dijo a las luces brillantes _tú eres un búho,
Entonces se escucho una voz fuerte en el interior de la cueva,
“MUTABOR”,
Y el búho se transformo en vuestro rey,
Que se había mutado en forma de búho,
Y de un golpe de sable le cortó la vida al león,
Su rey se baño con su sangre y le saco la piel,
Y es sobre la que estamos tendido ahora amada Sherezada,
Su rey salió de aquella cueva,
Vestido con la piel y bañado con la sangre de aquel viejo león”,...

Sígame haciendo caricias, amada Sherezada,
Y si quiere que sea león,
Tenga cuidado,
Puedo perder mis hijos y le puede devorar a usted,
Puede que algún hijo me mate,
Es muy riesgoso ser león,
Amada Sherezada,
Pero, deje que me acerque a su mar,
El río de este rey,
Carga muchos sedimentos,
Y los quiere llevar muy despacio a sus fosas abisales
Amada Sherezada,
La península de su rey,
Crece y crece al estar cerca de la playa que besa su mar,
Y los sedimentos que trae su río,
Hace que crezca más y más,...

Amada Sherezada,
Acarícieme y deme su ternura,
Que yo se las retribuiré con creces,
Pero no me pida ser león,
Solo déjeme ser su un ave de fuego,
Que reviva cada vez que me necesite,
Y con más fuerza y calor cada vez,
Mi amor por usted no tiene limites
Y mi capacidad de transformación tampoco,
Esa palabra que le he dicho,
Me la enseño un gran mago,
Algo rebelde sí,
Pero gran mago,
No le digo su nombre,
Porque me pidió discreción
Y me ha dicho que mientras estoy transformado no me debo reír,
Pero su rey hace tiempo que no ríe,
Solo sonríe de ironías,
Que la paz la hagan guerra,
Que el amor lo hagan odio,
Que los ideales los hagan fracasos
Que la voluntad lo hagan flojera,
Que la riqueza la hagan pobreza
Y otras que luego le contare,...

Por ahora acarícieme,
Y usted me cuenta un cuento a mí,
Porque ya llega otra noche,
Las estrellas tienen un brillo muy hermoso,
Y tal vez alguna tenga color a otra esclava,
Que desee ocupar este jardín,
Siempre y cuando no padezca de celos amada Sherezada,
Esos solo nos limitan el placer,
Y por ahora solo de él,
Debemos preocuparnos,...

Observe amada Sherezada,
Mire lo que paso con la flor rubí,
Sé ha vuelto toda ceniza
Y esta se ha vuelto chispas etéreas
Que navegan por todo este jardín,
Venga, vamos hacia donde ellas nos lleven,...


VII

Me ha obsequiado un bello cuento,
Amada Sherezada,
El maestro que me ha nombrado,
Es un gran maestro,
Con un corazón que es de motor gigante,
Y además que le ha dado nueva vida.
Agradecido igual, soy de su maestro,
Si lo ve,
Salúdelo de mi parte,
Y que no se valla de este lugar,
Ya que esta aquí, sin verlo y sin tocarlo,
En este espacio y en todo el universo que nos congrega,...

Usted amada Sherezada,
Ama los poetas, ama su rey y esclavo, ama al hombre,
Con la misma fuerza que yo le amo mujer,
Que yo le amo reina y esclava, que yo le amo poeta.
Somos una combinación extraña,
Ambos reyes y esclavos,
Uno del otro,
Prisioneros y libres a la vez,
Pero amantes eternos en este reino de luz y chispas etéreas,...

Hoy, no quiero cuentos,
Amada Sherezada,
Tampoco le deseo contar ninguno.
Solo me quiero tender en este descanso de agua y verle bailar,
Que galope como una hábil sirena en el basto océano de su rey,
Muéstreme la luna llena y botón de su vientre,
La elipse de su cintura,
Las estaciones de sus caderas,
En la cual me voy a detener,
Mientras las acaricio y usted galopa,
En este mar nuestro,
Sobre el que estoy tendido,
Usted derrame ritmo a sus colinas
Y yo beberé el néctar de sus cráteres de volcanes,
En los cuales se irán transformando sobre este océano,
Que ya no sera de calma,...

Vamos, Sherezada mía,
Galope y sea sirena sobre este océano que es su rey
Y así nos fundimos el uno con el otro,
Venga amada Sherezada,...

Venga,...

Mientras se enciende el faro en el peñón,
Del océano de su rey…,

_Música de citaras,
En todo este reino nuestro,
Que el viento mueva las caracolas en los arboles,
Que las aves trinen y trinen,
Que las aguas canten en los arroyos,
Que las rocas crepiten y se rompan en nuestro fuego,
Que el sol lance sus rayos como notas,
Que los insectos agiten sus alas y tenazas,
Que las flores abran y cierren sus capullos,
Que los glaciares se fraccionen en cascadas que alimenten mil torrentes,
Que los truenos viajen como el eco por todo el reino,
Que relámpagos iluminen esta noche,
Que todo se vuelva música,
Que mi amada Sherezada, bailara,...


Sergio Atilano González Orellana
Paralelo 45 Lat Sur Chile





Poemas Reflexiones Narrativas

No hay comentarios.: