miércoles, septiembre 23

Pero Qué Manía



Pero Qué Manía


I
Pero qué manía tenéis de buscar y buscar debajo de la alfombra, si ya la basura se ha ido con los zapatos del que se ha marchado...

II
Pero qué manía tenéis de ser eco de los rayos del sol, de ser espejo de los rayos de la luna, de ser voces de los susurros de Matria...

III
Pero qué manía tenéis de pensarte director de orquesta, si solo somos cada uno pequeñas notas de la partitura...

IV
Pero que manía si me he vuelto como mi amigo el Tío; "pidiendo y no robando"; aunque parece que la brújula del pedir y robar han cambiado sus sentidos, y así como vamos la nave me dejara en el Triangulo de la Bermudas; y para que deseo brújula del pedir o robar; si muchos de los que piden roban, y otros tantos de los que roban solo piden le den de vuelta aquello otro que le había robado...
Si pido el corazón no respondas nada, pues hace un tiempo ya sé que lo ha robado otro...
Si te robo el corazón, no creas que es un hurto, es solo lo pedido en los pagos del amor...
...
El Tío se reía de la vida, aunque sabe muy bien cuál es su vida; algunas tardes cuando me cruzo con él le veo triste; pero creo es solo parte de su uniforme...

V
Pero que manía tengo de ser prisionero, de lo que es lo más libre del conjunto...
...

VI
Pero que manía tengo en hablar de Cleomor…
Una pisciana como Cleomor, que de vez en cuando se me vuelve piraña cuando despierta de su sopor y le han movido un poquito sus aguas...
Aunque en paciencias de mimetizados mejor moverse rápido, pues al más leve movimiento de aguas, todo se lleva a otra expresión...

Cleomor es buena pisciana, conversa todo lo referente de la vida; me conversa lo referente de su vida, y le escucho cuando me doy el tiempo; o mi mente navega por caminos que ni yo mismo sé, entonces ahí no le escucho, pero me sigue dialogando sobre lo que le hace feliz e infeliz, y luego en el resultado de nuestra eternidad, comprendo que soy yo su motivo; entonces todo lo que fue, todo lo que nació, era por no darle el tiempo de escucharle a ella, y solo escuchar mi propio viaje, sin sentir el viaje de ella, que va de mi lado.
Egoísta me lo ha dicho tantas veces, personalista absoluto, personalidades múltiples, que en muchas de ellas te olvidas de mi; me dice; y cuando no hay más telón que la piel que nos separa, nos hacemos uno para participar al unísono del mismo escenario; que muchos quieren sea tragedia. Por mí, mejor solo la comedia de darnos cuenta del existir; o yo darme cuenta que existe, que es; y solo yo; quien le corresponde haciendo un eco progresivo de su voz...
...
He visto por ahí peces durmiendo y que le guste le acaricien el vientre mientras lo hacen; una vez aprendí hacerlo hurgueteando bajo las rocas donde la corriente obsequiaba más burbujas, y un pez se dejo acariciar; yo suponía estaba durmiendo, aunque luego descubrí que se hacía el de Morfeo, y solo era su estrategia para recibir caricias, y cuando se aburrió de estas manos, en un movimiento de cola solo quedo entre ellas vacío...
...
No imagino si por ser piscis; Cleomor ha debido de sufrir de mucho; algún día me pidió escribiese algo sobre el día del Padre; eso hice, pero en el error de los apremios casualmente borre su contenido; y luego de vueltas y vueltas, no di con él; su escrito del día de papá... Pero como todos los humanos ella lo tuvo, pero no lo tuvo; pues solo fue pasión ocasional de mamá o su auto engaño de que sería aquella pasión para siempre; así que ella se crió con los abuelos, cuando ya hasta su madre decidió partir, y en veinte años no hubo volver y en los próximos veinte tampoco; entonces ella me pedía que dijese que donde estuviese su padre, que ella lo perdonaba, que había conocido el amor, que tenía sus propios hijos y no habían sentido la soledad de no tener padres y eso a ella le daba la más absoluta tranquilidad; me decía también que de su infancia y adolescencia dolorosa, donde el consuelo lo había encontrado en libros y en los trabajos con su abuela en la huerta, con su tía en el almacén, y entre tanto pasar lo había sentido de menos algunas veces; cuando hacía su primera comunión (ella es cristiana -al menos eso dice- y yo le acepto tal cual), luego su confirmación, alguna entrega de licencia; y en tantos detalles donde se extraña y se siente la ausencia de un padre y madre; aunque tenía hermanas y con ellas su estigma...
Aunque no por ser pisciana le ha llegado todo aquello, y más de alguna vez cuando llega su día, en este suelo a alguien le cruzan una banda tricolor, pues ella es de un once, del once de marzo, donde despido mi verano y me adentro con ella a mis días de otoño...
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VII
Pero qué manía tenéis de ser amargados, intolerantes y faltos de seso; acaso creéis que Erasmo bromeaba sobre la pureza de la mujer frente al alma enamorada...

La pureza no lo hace un ser inmaculado, sino que cuando te entregas, lo haces como una primera vez...

La memoria es solo un mal de historiadores que a costillas de otros se cuelan a la vida eterna...


VIII
Pero qué manía tengo de vivir barriendo el polvo de mis peldaños pasados, sin pensar siquiera en la belleza y consistencia de los que pueden venir...
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He guardado un día entre los pinos, podando sus fustes y embriagándome del aire limpio que venía del oeste; horas tranquilas al tibio sol de invierno que ya se apronta a despedir, y que ayer se ha dejado mostrar después de cinco días de lluvias, donde mi callejón se ha llenado de barro y que hoy solo he visto levantarse de él vapores, como llevándose aquellas horas en que algo se ha recuperado una sequía, donde el nivel freático esta dos metros más abajo que lo regular a la fecha y el río que circula algunos metros de mi hogar, ha venido crecido y sonoro, y con un color chocolate, llevándose aquella tierra que han lavado las lluvias y despertaran un poquito más de energía, cuando su peso acumulado en su llanura de descanso, despierte uno que otro seísmo en un corto tiempo hacia el futuro...
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Guardo quimeras en el cielo de mi dormitorio; algunas noches, muchas descienden y se acurrucan en mi pecho...
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Guardo pequeños aperos y entre ellos un par de rollos, que así como vamos, mientras más se extienden, mas se ensanchan de su centro...
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Guardo pequeñas expresiones grotescas, que despiertan de algún rato del palenque de mis arrebatos, cuando pasa el viento de lo que no deseo y hay que cubrirse detrás de él, para dejarlo pasar...
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Sergio Atilano González Orellana
Paralelo 56 Lat. .Sur - Chile



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