PREGÓN CORTO
Tengo alimento de versos
A quien se quiera alimentar.
No son muchos,
Hablan de la Tierra y el Apocalipsis.
También de sueños de paz,
Que viven en tus manos.
De amigos y enemigos,
De mujeres que fueron amores
Y amores que fueron ilusiones.
Hay de grueso calibre,
De ironías masturbadas en fracasos.
De alegrías honestas
Que se volvieron coplas.
De tristezas turbias
Que se volvieron copas...
Hay, hay,
Todos los días vienen más...
Es un árbol cultivado en el trasfondo del jardín,
Libre, sin podas,
Solo de palabras y letras,
Todas para ti, todas para mi...
Atilano
jueves, octubre 19
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1 comentario:
Vine a tus albores, y encuentro que somos hechos del mismo cordón umbilical
Un abrazo
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